Mi escapada a Salamina Caldas, lugar de mágico encanto colonial

Por azares del destino fui a dar a un hermoso pueblo llamado Salamina, ubicado en el lado norte de Caldas, en un recorrido que hice por Manizales, llegué a un centro comercial muy reconocido, encontrándome con una feria turística de ese lindo lugar, las imágenes llamaron mucho mi atención por su marcado estilo colonial.

Dicen que la curiosidad mató al gato, pero a mi me llevó a vivir una experiencia extraordinaria. En la feria estaban exhibiendo productos típicos y algunas de sus tradiciones, yo por haberme quedado de mirona, me gané una Macana.

No, no fue un chiste ni un garrote, la Macana es un plato típico de Salamina, se prepara al vapor agregando galletas de soda en leche con panela o azúcar, para luego añadirle crema de leche y canela en polvo, y por saber esto fue que me la gané.

Al día siguiente en camino, se preguntarán: Salamina Caldas cómo llegar? el viaje desde el terminal de Manizales a Salamina toma como 1 hora y media en carro particular o taxi o 3 horas en bus. Al llegar estaba un poco desorientada pero la gente es muy amable, me ubicaron rápidamente.

Pude recorrer las calles de la ciudad con la ayuda de Charles Valderrama, dueño de una agencia de turismo en Colombia, quien me contó que el sitio fue declarado patrimonio histórico por la Unesco, por conservar en excelente estado sus casas y edificaciones de influencia antioqueña.

Salamina es conocida también como la ciudad luz, debido a que de ella surgieron grandes poetas, escritores y artesanos que contribuyeron en gran parte a construir la Salamina que está por cumplir 200 años, y a darle reconocimiento nacional e internacional por los logros alcanzados.

Este pintoresco pueblo es muy hermoso y romántico, evoca remembranzas y nostalgias como me dijo un habitante encantado con su cuidad, y es cierto, al transitar por sus calles me sentí como en otra época, recordando esas historias y películas antiguas que tanto me gustan, resultó fascinante, especialmente porque la conocí de noche, aun más deslumbrante.

Salamina es rica en tradiciones como bailes folklóricos, comidas típicas (además de la mencionada macana) como los huevos al vapor, los tirados, entre otros, y dentro sus festividades ,una en particular llamó mi atención, la Noche de Fuego o de las luces que se celebra el 7 de diciembre, las calles se cierran y se llenan de faroles que iluminan todo el pueblo, además de un concierto de música religiosa y clásica que se celebra en el cementerio. Al parecer es muy famoso y suena, aunque algo raro, demasiado original.

Ese pueblo de antaño plagado de luces de faroles por doquier, ha de ser un espectáculo además de romántico, digno de contemplar.

Visité la casa de Rodrigo Jiménez Mejía, ilustre intelectual salamineño que brindó prestigio a su ciudad por sus estudios en ciencias políticas y derecho a nivel internacional, reconocimientos, cargos relevantes y libros que lo invistieron como uno de los hombres más destacados de Salamina, haciendo que su casa, donde nació y murió, hoy día se conserve como museo para mostrar a los visitantes.

La iglesia de la Inmaculada Concepción, nombrada basílica menor, es muy interesante debido a que tiene la particularidad de no estar sostenida por columnas, convirtiéndola en única en toda Latinoamérica, posee símbolos e influencias mormonas, con diseños ingleses.

En La plaza de Bolívar ubicada justo frente a la iglesia, se observa una hermosa pila o fuente, es una réplica de la de la Plaza de la Concordia en París; también se observa un kiosko de hermosa construcción con filigranas y calados en madera, que resalta en medio del lugar, siendo centro de reuniones para los pobladores.

Después de mi caminata nocturna por otra época, me hospedé en la Posada Villa Hidalgo, que se encuentra a unos 4 o 5 kilómetros de distancia.

El hotel es muy original y hermoso, muestra la naturaleza en todo su esplendor, empezando con su diseño y decoración, esta hecha en su mayoría de guadua, con ornamentos que hacen de la posada un lugar muy acogedor y diferente, cuya vista al exterior es fascinante, yo quedaba embelesada cuando me sentaba frente a una ventana o me acostaba en la hamaca a mirar hacia afuera, simplemente impresionante. Fui por un día y acabé quedándome como 10, ya que para aquellos que buscan paz y relajación, rodeado de la majestuosidad de la naturaleza es ideal.

Sala de Villa Hidalgo

La posada ofrece excursiones de turismo experiencial, son maravillosas, gracias a eso te puedes sumergir por completo en la aventura, porque si verla resulta interesante, vivirla es realmente sorprendente.

La experiencia del café

Esta fue la principal razón que me impulso a ir a Salamina, saber que entre sus muchos títulos está el de cuna del Paisaje Cultural Cafetero, para mí Colombia es café, desde niña asocio este país con esa fragante y mundialmente conocida bebida, porque hasta para aquellos que no acostumbran tomarlo, un exquisito aroma a café es muy seductor, y el café colombiano es reconocido como el mejor todos.

Mi domingo en el paisaje cafetero empezó con una ida en moto hacia la finca de la Señora Matilde, una minifundista de la región, pero solo hasta la mitad del camino, debido a que teníamos que internarnos en los sembradíos.

En ese trayecto entre cafetales, pude degustar la nuez que sale de la cereza del café, en mi ignorancia del tema creí que la frutilla roja era lo que se utilizaba directamente, pero no, es algo parecido al proceso del cacao, la semilla es lo que se usa, tiene una fina capa que lo envuelve, con un ligero sabor dulzón.

Finca de la Sra. Matilde

En esa caminata pude saber por Charles mucho de la historia, quedé hecha toda una letrada en el tema del café de Colombia, supe que las primeras semillas de café que llegaron a Colombia fue por los jesuitas en la época de la conquista, la especie arábica fue la primera en llegar a este país, y como no era apropiada, después de varias especies a través de los años se logró la variedad Colombia.

Esta última especie, la Variedad Colombia, alcanzó gran estatus a nivel Internacional, pero por atraer muchas plagas como Rolla y Broca, se creó la variedad Castilla, de origen vinero, relativamente nueva, de excelente peso y volumen en su semilla.

wp-image--1229764430
Paisaje Cafetero

Otro dato curioso del café es que la altura afecta su sabor y olor, dándoles diferentes aromas o sabores, algunos frutales, siendo la tostión muy importante para definir esos detalles, aunque a mayor altura mejor calidad.

El árbol puede vivir 35 años y cada 7 años es zoqueado (cortado), para mejorar la cosecha, máximo son 4 zocas por árbol; realizándoles lo que llaman descruce para poner el palo más robusto y frondoso, sin tanta altura para facilitar la recolección que en Colombia es manual.

El cultivo de la finca de la Sra. Matilde, está sembrado a 1.680 metros de altura, con policultivos asociados que mejoran las condiciones de los cafetales, haciéndolo especial por su calidad y suavidad. Y luego de haberme convertido en toda una experta en el tema del café, según yo, me puse manos a la obra:

1. La recolección, era exactamente lo que quería (Yupiii), estaba muy emocionada y quedé encantada con la experiencia, me pidieron recoger por lo menos un kilo lo más rápido posible, alcancé 3, aunque recibí un poco de ayuda de mis acompañantes, igual fue un logro importante para esta chapolera novata.

Pude observar como en el beneficiadero a través de una tolva se introduce el café recolectado para bajar directamente a la máquina peladora de café, que separa la cereza o concha de la nuez, donde mis 3 kilos se convirtieron en unas pocas libras.

2. Sembrar mi propia mata de café, si lo sé, primera se siembra el árbol y después se recoge el fruto, pero no podía sembrar y sentarme a esperar un montón de años para recolectarlo, así que fue en ese orden.

wp-image-1115619306
Sembrando mi mata de café

Lo importante es que sembré un árbol, recomendado por los ambientalistas, muy bueno para los amantes de la naturaleza y para mi, ya que si logra crecer y prosperar, habré dejado en estas tierras algo que vivirá unos 35 años aproximadamente, e impregnará algún rincón del planeta con su magnífico aroma a café colombiano.

El secado de los granos es con la luz natural del sol, la parte superior de la pequeña finca se encuentra acondicionado para ello con ELDAS, un techo corredizo que cubre el café cuando es necesario, el trillado artesanal se realiza de forma manual para saber si esta listo para la tostión.

3. La tostión, proceso mediante el cual yo tosté café en una olla. En detalle, luego de secarse al sol, el café queda parecido a un maní, es allí cuando en una olla muy caliente, en este caso en fogón, se colocan los granos sin dejar de revolver por un laaaargoooo rato, hasta que adquiera el color y olor necesarios, ese punto no supe cuál era, solo dijeron ya está listo y paramos de revolver, pero lo que si pude observar fue el oscurecimiento y engrosamiento de los granos.

4. Moler el café, después de tamizarlo para retirar cualquier impureza como la cascarilla, capacho o trilla, procedimos a pasarlo por la máquina de moler café clásica, esa que se utiliza en Venezuela para las tradicionales cachapas, aquí es para el café artesanal. Se pasa dos veces por dicha máquina para que quede muy fino, y curiosamente la segunda vez cuando ya está en polvillo, me resultó más difícil que la primera.

5. Cata, este es el momento donde todos tus esfuerzos son recompensados, puedes oler y probar el café tanto en polvo para degustar, como preparado, yo adoro el olor a café recién hecho, es simplemente magnífico, y una buena taza de café colombiano despierta tus sentidos.

Salamina es un lugar hermosísimo, por algo forma parte de la Red Turística de Pueblos Patrimonio de Colombia, con mucha historia y cultura que contar, ya seas propio o extranjero, si vas a hacer turismo en Colombia tienes que ir a este encantador sitio, recorre sus calles, maravíllate con todo aquello que tiene que ofrecer tanto en su arquitectura como su gente, son amables y dicharacheros, en medio de una ciudad antigua y tranquila, que invita a un viaje en el tiempo que no te puedes perder.

Booking.com

(function(d, sc, u) {
var s = d.createElement(sc), p = d.getElementsByTagName(sc)[0];
s.type = ‘text/javascript’;
s.async = true;
s.src = u + ‘?v=’ + (+new Date());
p.parentNode.insertBefore(s,p);
})(document, ‘script’, ‘//aff.bstatic.com/static/affiliate_base/js/flexiproduct.js’);

Patrocinado por:

img-20171012-wa0011-1521034424.jpg

5 respuestas a “Mi escapada a Salamina Caldas, lugar de mágico encanto colonial”

Empieza un blog en WordPress.com.